martes, 19 de agosto de 2014

Acuarelas de Comas Quesada - Callejón de San Marcial

Por José García Caneiro


Se pararon los relojes en el aire
y huyeron los minutos
por todos los cuadrantes.
La postrera palabra
solidificó la lluvia
en un intento vano
de detener al mundo.
Y la historia, por una sola vez,
se rebeló ante el viento;
no pasaron los años
por la calle, las puertas, los balcones;
la vida envejeció en todo el orbe
y, en esta esquina,
se encogió sobre sí misma.
Habrá otra época, tal vez con otros soles,
en que vuelvan a surgir sobre las losas
las sombras de un instante
aún no fugado.

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