viernes, 26 de octubre de 2012

Les Luthiers: música, literatura y humor

El otro día tuve la suerte de volver a disfrutar de la genialidad de Les Luthiers y quedé, como siempre, sin palabras. Sin palabras porque se las han quedado todas ellos y las han hecho suyas, creando de nuevo un espectáculo repleto de humor, música y miles y miles de juegos de palabras que dejan al público sin respiración.

Durante todos estos años Les Luthiers han conseguido crear espectáculos insuperables, mezclando con maestría la música y la literatura para conseguir un producto humorístico que no tiene igual. Esto ha sido gracias, en muchos casos, a los fabulosos colaboradores de los que se han rodeado, como Roberto Fontanarrosa, escritor argentino y dibujante de cómic conocido principalmente por su personaje Inodoro Pereyra y su inseparable perro Mendieta. Juntos hacen un divertido y entrañable retrato de la cultura gaucha argentina.

Lutherapia, nombre del último espectáculo de Les Luthiers, gira en torno a la figura, como no podía ser de otra manera, de Johann Sebastian Mastropiero, al cual se le atribuyen las dos obras que podéis ver a continuación. La primera, un aria escrita para ensalzar el olvidado y maltratado arte del tarareo y, a mi juicio, uno de sus canciones más inspiradas, gracias a la perfecta armonía que alcanzan entre la letra y la música.




Y por último os dejo con Dilema de amor. Sólo a Mastropiero se le podría ocurrir escribir una cumbia hablando de las diferentes ramas de la filosofía. Y de la peor de ellas: ¡la epistemología!


3 comentarios:

  1. Tuve la suerte de acudir al espectáculo. Diría que va de menos a más y que al final pesan tres o cuatro cuadros antológicos, entre ellos los dos que señalas. No sé si todas las grandes letras son de Marcos Mundstock (el barbudo) pero es impresionante el dominio del idioma que revelan. Tienen además la ecualización perfectamente ajustada para no perderse nada de esas maravillosas letras. Solamente las risas hacen que a veces puedas perderte alguna palabra.

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  2. ¡Ahora sí que entiendo la epistemología! Gracias a Les Luthiers, y a ti por esta entrada.

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  3. Nunca me pierdo el espectáculo de Les Luthiers. Allí estuve también el sábado 6 de octubre. Los adoro, y además suponen un recurso didáctico inagotable. Gracias a ellos, por ejemplo, he podido ilustrar las falacias y la demagogia en mis clases de oratoria. Son como los Rolling (también por la edad) en lo suyo. Grandes. Únicos.

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